Los astrólogos a lo largo de los tiempos han visto la gran conjunción como una señal de un gran cambio en las áreas del pensamiento y la consciencia humana. Estos dos gigantes representan dos mitades importantes de la misma moneda: nuestra capacidad para crecer, aprender y atribuir significado (Júpiter) y nuestra capacidad para limitar, manifestar y dar forma (Saturno). Estas conjunciones presagian el cambio de reyes, gobernantes, potencias mundiales, mayoría religiosa, descubrimientos científicos e innovación, así como la aparición de profetas y figuras mesiánicas. Júpiter y Saturno en conjunción a 0 ° Acuario, representa el final de dos ciclos principales. Las conjunciones de Júpiter/Saturno ocurren en conjuntos de 200 años y en incrementos de 20 años. Durante 200 años, las conjunciones ocurren en signos del mismo elemento. Eso significa que en un lapso de 200 años, Júpiter y Saturno se conjugarán de 8 a 10 veces consecutivas en signos del mismo elemento. La próxima conjunción termina no solo el período anterior de 20 años, sino también el período anterior de 200 años. Durante los últimos 200 años, las conjunciones se han producido en los signos de tierra. En este período, la humanidad dominó el mundo físico de una manera incomparable en épocas anteriores. Tuvimos la revolución industrial, la invención de los cables eléctricos metálicos, el uso de petróleo crudo extraído de la tierra para alimentar nuestro mundo moderno y el triunfo, aunque grotesco, de la producción masiva de alimentos. Al dejar el elemento tierra, entramos en un nuevo ciclo de 200 años de conjunciones de aire. El aire es el elemento de comunicación, invención, intelecto, pensamiento, interacción social, conciencia y equilibrio. Además, el elemento aire representa una salida de lo físico y una entrada al mundo del pensamiento y la conexión. El aire nos ayudará a dar un salto cuántico en el avance tecnológico: inteligencia artificial, computación cuántica, moneda digital, realidad virtual, hologramas, regeneración de órganos e incluso la perspectiva de la inmortalidad real. Sin embargo, es importante señalar que un elemento no es superior ni inferior a otro. Todos los elementos tienen sus atributos afortunados y desafortunados. El aire nos ayudará a ir más allá de la fuerza de la gravedad al entrar de lleno en viajes espaciales de larga distancia, pero ¿qué tan lejos de casa nos llevará físicamente, mentalmente y emocionalmente?
Esto nos lleva a las ramificaciones espirituales de este monumental evento. Según el rabino Abraham Ibn Ezra, el gran astrólogo kabbalístico medieval, la gran conjunción sucederá justo antes de la llegada del mesías. Esto había llevado a muchos otros astrólogos kabbalísticos a notar la asombrosa ubicación de esta conjunción tanto en términos de signo como de grado. Según los escritos del kabbalista Rav Berg, el signo de Acuario representa B’viat HaMashiaj, la llegada de la era mesiánica y la expansión universal de la conciencia más allá de los límites de la fisicalidad. Es la esencia de este signo lo que nos permite acceder a la evolución de nuestra especie y al mayor regalo que se nos dio: nuestra mente. Acuario es un signo que se relaciona directamente con el pensamiento más allá de los límites de lo que actualmente se puede lograr, percibir o incluso comprender. Es por eso que los Acuarios son vistos como extravagantes, extraños e incluso un poco raritos. Pueden ver y percibir cosas que la mayoría de nosotrxs no podemos comprender. Es este acceso al nivel de conciencia ilimitada lo que debe hacernos notar la conjunción. No solo eso, sino que cuando un planeta está ubicado a 0° de cualquier signo, todo el poder de ese signo se concentra en el planeta. Así como todo el árbol está contenido en una sola semilla, todo el signo está contenido en su primer grado. Esto significa que cuando ocurra la conjunción, no solo sucederá en un signo que se relacione con la llegada de la conciencia del Mashiaj, sino que se ubicará en su grado más concentrado.
Pero, ¿qué es realmente la conciencia del Mashiaj? En pocas palabras, es la capacidad de tener el control total de nuestros pensamientos, palabras y acciones independientemente de lo que esté sucediendo fuera de nosotrxs. Es la capacidad de ver claramente la conexión entre causa y efecto sin la interferencia de nuestros deseos egoístas y ego. Es nuestra capacidad de amar y conectar con los demás en cualquier momento, especialmente cuando estamos en desacuerdo con ellxs o cuando no estamos obteniendo lo que queremos. Es nuestra capacidad de comportarnos como un creador en cada momento de cada día y sentir la presencia de la Luz del Creador de manera infinita y permanente. Básicamente, es una conciencia sin fin de amar a tu prójimo como a ti mismo. A medida que entremos en esta nueva era que comienza con la gran conjunción de 2020, más y más presión del universo vendrá para hacer realidad la Era Mesiánica. Esto significa que la humanidad se enfrentará a una intensa elevación y abundancia, o un dolor y sufrimiento agonizantes. El Zohar describe este período anterior al mesías como Oy v’Ashrie: ¡Ay de aquellos que viven en ese tiempo, y dignos de alabanza los que viven en ese tiempo! El Zohar nunca se anda con rodeos cuando se trata de la importancia y la dedicación que se debe dar a nuestro trabajo espiritual de transformación personal de seres del ego a seres de compartir. Durante este tiempo, el espacio entre causa y efecto es minúsculo. Seremos presionados cada vez más fuerte como aceitunas hasta que el aceite puro de nuestra alma se revele y encienda la llama del amor y el compartir. No habrá término medio, o estás en el camino de la Luz y estás creciendo en tu conciencia de amar y compartir, o no lo estás. Si bien esta profecía del Zohar y la confirmación de la alineación de nuestros gigantes planetarios pueden sonar angustiantes, la elección es tuya ahora. Abraza el amor, el compartir y la elevación, y la Luz del Mashiaj brillará dentro de ti y se extenderá a cada alma que toques. Esto acelerará la transición final de la humanidad de nuestra conciencia inferior impulsada por el ego a la consciencia superior de Acuario que estamos destinados a lograr.